Publicado el 4 de febrero de 2025
Si no las ves, es porque no quieres verlas.
Vivimos rodeados de señales. Algunas son sutiles, casi imperceptibles. Otras son tan claras que resultan imposibles de ignorar. Venezuela también está enviando señales, y este momento, aunque incierto, está lleno de indicios que merecen atención.
Mientras algunos insisten en repetir que todo está perdido, el tablero político se está moviendo.
Hay discursos que cambian de tono, rostros que no se han rendido, alianzas que se fortalecen, puertas que comienzan a abrirse donde antes solo había silencio.
No es casualidad.
Pero verlo exige más que leer titulares.
Exige afinar el oído y entrenar la mirada.
Si decides enfocarte solo en lo negativo, si te dejas arrastrar por la desesperanza o por la narrativa del “todo está perdido”, entonces esas señales pasarán frente a ti… y no las verás.
Y es exactamente eso lo que quiere el régimen: que te desconectes, que te desanimes, que creas que nada tiene sentido.
Pero hay movimiento.
Hay estrategia.
Y hay un plan.
La dictadura juega con las percepciones, disfrazando sus debilidades como fortalezas. Pero la verdad está en los detalles:
• En las reacciones internacionales.
• En los silencios incómodos de sus antiguos aliados.
• En las nuevas alianzas que comienzan a tomar forma.
No te dejes confundir por el ruido.
Este es el momento de ajustar la mirada.
De interpretar lo que ocurre más allá de la superficie.
De leer entre líneas, escuchar lo que no se dice y conectar los puntos.
Las señales están ahí.
¿Las estás viendo?
¿O prefieres ignorarlas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario